Todo proceso de #sanidad esta compuesto por #pasos, etapas o fases, los cuales nos van llevando por un sendero lleno de retos y desafíos, desembocando en una transformación de circunstancias de vida.
La #capilla #Sixtina alberga entre sus techos abovedados la gran obra de #Miguel #Ángel, la mano de Dios. #Pintura en la cual Dios extiende su mano desde el cielo acercándose a la mano extendida de #adán, que en hebreo significa #hombre, #humanidad.
El erguido dedo índice de #Dios se haya casi rozante con el titubeante dedo índice del hombre. Una imagen que representa magistralmente los corazones de ambos. El #creador determinado y decidido y una creación titubeante.
#Cristo acerco la mano de Dios a la de los hombres, y luego de la cruz dejo al #consolador. Dios mismo, entre nosotros. Abrazando, riendo, llorando, ayudando, revelando. Mi amigo, tu amigo. Hoy su mano al fin vence el estrecho abismo que separaban los dedos pintados en 1511.
En cada episodio trataremos diversas circunstancias de vida, y cada una de ellas deberemos verla a través de estos poderosos 5 pasos que se extienden como esa mano amiga para ser #Sanados.
Cada paso inicia con una de las letras que conforman la palabra #AMIGO. 5 letras, 5 pasos, una mano.
Audible confesión:
Luego de saber en nuestro corazón nuestras faltas, es necesario expresar con nuestra boca audiblemente nuestro error. “Finalmente te confesé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi #culpa. Me dije: «Le confesaré mis rebeliones al SEÑOR», ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció.” expreso el salmista. El declarar nuestro error ante Dios trae conciencia, #arrepentimiento y el #perdón de Dios y de nosotros mismos. La invitación es a expresar una #confesión sin excusas, sin reservas, sin ser superficial.
Medita en su Palabra
La #Biblia y la #oración son el refugio de los que hemos fallado. Allí encontramos misericordia. Otro salmo rescata esta oración “«Oh SEÑOR, ten misericordia de mí —pedí en oración—, sáname, porque contra ti he pecado».” David apela a la misericordia y pide sanidad de su alma, sus #emociones. Su angustia, el efecto de su #pecado y su tendencia a seguir pecando.
Inicia la restitución
La invitación siempre es a la restitución activa
En el pentateuco está expresado “Deberá confesar su pecado, #restituir completamente el daño hecho más un veinte por ciento adicional y darlo a la persona que perjudicó.” Es reconocer el #error sin excusas ante Dios y ante aquellos que les hemos fallado. Inclusive la palabra nos insta a ir un poco más allá en nuestra expresión de restitución. Si la otra persona no lo recibe, tranquilo. Hacer lo correcto no siempre es reciproco.
Gana un hábito
Luego de la confesión, el arrepentimiento, el perdón y la restitución nos toca desalojar el #habito pecaminoso de nuestra manera de vivir. Estos patrones de comportamiento y de pensamientos no son un pecado en sí, sino el mapa o la ruta de acceso a la autodestrucción. En ocasiones pensamos que Dios no nos ha perdonado, o que nuestro arrepentimiento no ha sido genuino, pero la verdad es que si no cambiamos estos hábitos desde las #convicciones y #creencias pasando por acciones conscientemente determinadas, nada o muy poco pasará. Efesios 4 es una guía para este proceso, allí nos invitan a dejar la vieja naturaleza pecaminosa y “En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la #semejanza de Dios, quien es verdaderamente #justo y #santo.”
Obediencia
La #obediencia es oír la instrucción y aplicarla con devoción. Y aquí vuelvo a la Capilla Sixtina, aquellos dedos tan próximos a hacer contacto entre un Dios amoroso que se ha acercado al extremo con aquel que representa la #desobediencia. Ese primer adán que se dio un supuesto placer que condujo a la humanidad a la muerte. Jesús, el segundo adán, dice la palabra en filipenses que #Jesús “... estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Final
5 pasos, una palabra, AMIGO. Audible confesión, Medita en su palabra, inicia la restitución, Gana un Habito y Obedece.
Ten esta mano presente en cada episodio que compartiremos juntos y recuerda que una nueva vida es posible.